Por: Williams Sierra Montes
Como
quiera que cuando hablamos del Caribe nos referimos en forma general a la región que es bañada por nuestro mar Caribe, en este caso especifico la costa
atlántica colombiana.
Podíamos
comenzar desde la península de la Guajira, y terminar en los límites de Córdoba
y Antioquia, por donde usted se le meta esa sabrosura que tiene nuestro
folklor, y si hablamos de cultura entonces digamos que sin cultura no hay
folklore, ya que cada una se lleva entre si una historia propia y de muy
profunda investigación cuando tratamos de separar una de la otra.
Pero
hablemos entonces de ritmos del folklore
, de cara región en el Caribe colombiano, y nos damos cuenta que la identidad,
cultural de cada región siempre nos
lleva la a representación ancestral de costumbres netamente indígenas
donde a través de ritos acompañados de
tambores y una serie de instrumentos autóctonos y propios de su cultura. Nos
dejaron enclavados en nuestros pensamientos y recuerdos notas, y danzas que hoy
en día todavía vemos en cualquier rincón de nuestra costa Caribe.
Indios guajiros, negros palanqueros, y una decenas de tribus nos manifestaron y nos
dejaron una cultura folklórica donde en una
gama de ritmos, y danzas. Podemos escoger hoy día cualquiera de esos y
hacer con sus melodías o con sus sonidos cualquier otro ritmo musical, claro
descomponiendo y ordenando en el pentagrama la que se sienta con mayor gusto la
que sepa el maestro que será una melodía de muchos éxitos.
Pero
en la región de la sabana, más concretamente partiendo de las sabanas del
autentico, como en Sabanalarga, donde no parece que las melodías de los
diferentes ritmos foráneos tuviesen ese
arraigo y la tradición del porro, la cumbia, el mapalé se hubiese quedado por
siempre en ellos, y que decir de los samarios con ese ritmo caribeño, con los
sones, y la música tropical que en ellos da muestra de que son caribes de que
son costa.
Del folklor vallenato y de trayectoria
internacional, que hace grande también nuestras costumbres culturales y
tradiciones folklóricas.
En
bolívar la cultura y la tradición se fue quedando en los ritmos autóctonos de
su raza, esa raza negra que tiene picante, que tiene ritmo, de cultura
africanizada pero de talento propio del negro costero nuestro si no fíjese en
palenque, en su ritmo , su cultura, y grandeza musical, donde junto con san Andrés y
providencia dan muestras de un extranjerismo, pero que desde hace años luz,
este se fue quedando enraizado en sus tradiciones y se fue como que mezclando
con la cultura india y se dio un nuevo género musical en ellos, que lo
disfrutan . lo difunden y lo defienden .
Las
sabanas de Sucre y Córdoba no se quedaron atrás, y si que se engrandecieron, y
se convirtieron en la vitrina folklórica de la
costa y Colombia , nuestra antepasados como que hacían parte del coro
celestial de los dioses de las melodías,
que descifraron el sonido del viento como lo más grande para nuestra región,
primero con sus pitos atravesaos sus gaitas largas sus flautas de millos, sus
maracas sus tambores en fin todo lo que le diera ritmo, pero apareció entonces
ese ritmo que nos vuelve locos que nos sube al cielo y nos vuelve a bajar que
nos llena de sus melodías y que despierta en nuestras gargantas esos gritos, que
encierran en sus guapirreos , nuestras mas sentidas tradiciones, si su majestad
el porro, ese que cruzo las fronteras ese que nos identifico, como región
Caribe como costa alegre y jovial.
Gracias
abuelos, gracias, maestros, el porro, de sucre y de córdoba no son más que
hermanos de una misma sangre, de un mismo fin de una misma cultura y de un gran
folklore.
Tenemos identidad cultural entonces en
nuestra región Caribe tenemos folklore
tenemos cultura propia y autóctona, esa que nos dejaron los indios pero que perdurara para siempre en nosotros.
Williams Sierra Montes
Celular:
3114097881
Sincelejo
Sucre